Desde la fundación de la empresa en 1964, en Boltze seguimos el lema "gestión de calidad satisfactoria = cliente satisfecho". Nuestro negocio se basa en esa simple comparativa. Si cubrimos las exigencias de calidad del cliente y no se le repercute nada del esfuerzo asociado, significa que hemos hecho bien nuestro trabajo.
La gestión de la calidad: una comprobación dividida en varios pasos.
Los 19 empleados de nuestra oficina de Hangzhou (China) se ocupan diligentemente de esta cuestión fundamental, y otros siete compañeros se encargan del control de calidad en Alemania.
Antes de que un artículo se ponga a la venta, se somete a un sistema de control de cuatro etapas para que al final obtengamos un producto de calidad con código EAN legible y conforme a la legislación. Durante la compra, nos centramos en los antecedentes relevantes para la calidad, como el material, la construcción, la manipulación y el embalaje. A la llegada de la muestra comercial a Alemania, comprobamos una vez más todos los productos antes de encargar su producción. Durante la producción de la mercancía y antes de que esta abandone el país de origen, nuestro inspector de calidad ejecutará presencialmente otros controles de producción. Finalmente, se realiza un control durante la entrada de la mercancía en nuestro centro logístico alemán. Tras garantizar los estándares de calidad, autorizamos el envío de la mercancía.
El equipo de expertos: formación periódica y continua.
Todos los inspectores de calidad de Boltze y nuestros proveedores disponen de las últimas actualizaciones en materia de normativa de calidad. Realizamos visitas y comprobaciones constantes a nuestras plantas de producción. Además, el cumplimiento de las normas y disposiciones habituales en el mercado y el contacto con asociaciones y autoridades es fundamental para nosotros, al igual que la colaboración con institutos de pruebas y laboratorios de ensayo independientes.
La postura de nuestra empresa: calidad también en el ámbito social.
Boltze se toma muy en serio su responsabilidad social y colabora, entre otras, con la iniciativa "sozial-fair" del VFI y de la Iniciativa para la Responsabilidad Social de la Empresa (BSCI). El código de conducta de la BSCI se basa en las convenciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la declaración de los derechos humanos de la ONU, las convenciones de la ONU sobre los derechos de los niños y la eliminación de cualquier forma de discriminación de las mujeres, el Pacto Mundial de la ONU, las directrices de la OCDE para empresas multinacionales y otros acuerdos reconocidos a nivel internacional.